LAS TABLAS DE SKATE CARÍSIMAS EXISTEN, Y CRÉENOS CUANDO TE DECIMOS QUE SON CARÍSIMAS

LAS TABLAS DE SKATE CARÍSIMAS EXISTEN, Y CRÉENOS CUANDO TE DECIMOS QUE SON CARÍSIMAS

¿Qué debes pedirle a unas tablas de skate? Consistencia, cuatro ruedas, integridad estructural y, si nos apuras, buen acabado parecen los puntos básicos a rellenar, pero es evidente que no todos los monopatines son iguales. O eso es, al menos, lo que nos aseguran las grandes estrellas del half pipe, sabedoras de que el diseño o los materiales pueden ser en ocasiones claves para conseguir según qué tipo de proezas.

Dado que el mundo del patín siempre ha sido sinónimo de adolescencia y rebeldía, de camisetas anchas y barrios populares, nuestro primer instinto a la hora de comprar una tabla de skate no debería pasar por reservar una cantidad desorbitada de euros. No obstante, existen excepciones a la regla. Cualquiera con unos cuantos pavos en el bolsillo puede desafiar a la ley de la gravedad en su parque más cercano, pero después están los que necesitan algo más. Ya sea por convicción personal o sencillamente para fardar, hay personas que se dejan su buen dinero en tablas carísimas. Y, cuando decimos que son carísimas, puedes creer que no exageramos. Puedes incluso apostar por ello.

Ahí tenemos, para empezar, la BMW Street Carver, un icono alemán que no baja de 421 euros. La marca de automóviles aplica las bases de su sistema productivo a una skateboard mucho más sólida y pesada de lo que podría parecer a simple vista, lo cual contribuye a aumentar su dinamismo. Además, las ruedas se unen a la tabla con unas piezas de puro aluminio, lo cual te mantiene cubierto a prueba de sustos. Así que sí, cuatro de los grandes por patinar. ¿Te parece mucho? Aún no has visto nada… La Super Board Custom Skate Board, por ejemplo, se te pone en 5.000 dólares, sobre todo por su reputación a nivel mundial y sus opciones customizables.

Pero las Super Board no constituyen las menos asequibles, por decirlo de un modo fino. Estas son, sin lugar a dudas y en orden ascendente, las tres tablas de skate más caras de todos los tiempos:

3. El 1988 Santa Monica Airlines Natas Kaupas - 7.250 dólares

El truco para que te paguen esa cantidad en una subasta es que te topes con uno que lleve 32 años sin haber sido prácticamente tocado. Es decir, que esta joya para coleccionistas solo tiene valor si está en condiciones prístinas, lo cual es muy difícil hoy en día. En cualquier caso, es una de las tablas de skate más bonitas jamás creadas. Oh, y el mundo de las subastas es un territorio aparte: 38.400 dólares llegó a pagar un entusiasta del monopatín por uno con la letra de Blowin' in the Wind, de Bob Dylan, escritas en su tabla. Fue durante un evento de Boards + Bands y todo iba destinado a causas benéficas. Es decir, que se trata de una excepción absoluta.

2. El monopatín de oro - 15.000 dólares

Su secreto es sencillo: está bañado en oro al 99,99%. Punto final. De él se dice que, cuando lo ves a poca distancia, no puedes sino sentirse hipnotizado por su efecto brillante. A lo que nosotros contestamos que, bueno, más le vale… Su diseñador, Matthew Willet, dice que se trata del resultado de un proceso muy costoso de ensayo-error, pero que prefiere ser asesinado antes que confesar su fórmula secreta. Nuestra impresión es que solo una clase muy concreta de persona llega al half pipe con tanto oro encima, pero quizá nos equivoquemos. O quizá solo se lo compra gente que lo quiere poner en una vitrina para no sacarlo jamás.

1. La tabla de Supreme - 20.000 dólares

El artista británico Adrian Wilson cogió un monopatín de madera más o menos normal, lo pintó de rojo y le puso el logo de Supreme. El Supreme Mundi, que así se llama, podía entonces ser vendido por la cantidad de dinero que su creador considerase oportuna, ya que se trataba de un objeto único. Duchamp estaría orgulloso.

Fuente: GQ Spain /